El blanqueamiento elimina manchas y tonos amarillentos, devolviendo un aspecto limpio y brillante a los dientes.

Una sonrisa más blanca hace que las personas se sientan más seguras y sonrían con más frecuencia. Es un impulso emocional positivo.

Los dientes más blancos hacen que el rostro luzca más joven y saludable en general.

Es un tratamiento estético rápido y cómodo para el paciente.